Home 351. Anderson Natalie Pierwszy pocałunek M315. (Duo) Anderson Caroline Romantyczny sąsiad Dyscyplina Marina Anderson Anderson Poul Time Patrol StraĹźnicy czasu Jason Frost The Warlord v1 0032. Monroe Lucy Grecki magnat Courtney Ryan W stronć™ domu 02 Carolyn Zane Noc Juliet Jerry Pournelle Falkenberg's Legion 2 Falkenberg's Legio Ardath Mayhar The Crystal Skull (pdf) |
[ Pobierz caÅ‚ość w formacie PDF ] hacer mejor. Lo achacamos a una ingeniería defectuosa, como resultado del apresuramiento, y es bastante probable que los señores de Babur continúen creyendo que ésta es la razón, si es que en ese planeta existe alguien con conocimientos científicos a quien se le haya permitido perder el tiempo pensando en el asunto. Pero la realidad..., los Siete han querido tener a sus aliados bien sujetos, algo que los mantenga como subordinados hasta que hayan alcanzado sus propios objetivos. ¿Por qué no dejarles en necesidad crónica de piezas de repuesto vitales, piezas que son suministradas desde el exterior? La revelación de Mirkheim precipitó la acción dijo Sandra. Resultaba una presa demasiado rica como para dejarla escapar. Pero ¿cuál es la verdadera meta tanto de Babur como de los Siete? ¿Por qué ir a la guerra? Eso es lo que aún no logro comprender. Yo no estoy seguro de que haya alguien capaz de comprender por qué los mortales van a la guerra contestó sombríamente Van Rijn . Quizá algún día encontremos a alguna especie inteligente que no haya perdido el humor, y entonces nos lo dirán. Siempre podemos emplear la lógica dijo Falkayn dirigiéndose a la mujer . Un imperialismo que triunfe de hecho compensa a los líderes con riqueza, poder, el sentimiento de la gloria... sí, y, muchas veces, el sentimiento del deber cumplido, de un destino realizado. Será mejor que nos conformemos con la simple avaricia observó Van Rijn. En el caso de los baburitas continuó Falkayn , no podremos saberlo con certeza hasta que no se haya hecho una intensa labor de investigación xenológica..., a menos que nos podamos apoderar de los archivos de Strang. Pero sabemos que no les gustó que los echaran a un lado en la lucha por un puesto en la frontera. Sus jefes pueden haber decidido que nada, excepto la fuerza, conseguiría para su especie aquello que les es debido. Y no olvidéis que Babur se unió, hace bastante poco, bajo las conquistas de la Banda Imperial. Sospecho que el deseo de seguir conquistando habrá sido demasiado fuerte, como ha sucedido muchas veces en la historia humana. Además, pienso que los gobernantes vieron las aventuras extranjeras como una forma de asegurar su poder sobre las tierras adquiridas recientemente, como también ha sucedido en la historia humana... Fuese como fuese, Babur estaba maduro para dejarse manipular, para recibir ayuda y convertirse en propietario de su zona estelar. No me sorprendería en absoluto que Benoni Strang fuese el hombre a quien se le ocurrió la idea y que sea él quien persuadió a los amos de los Siete. Parece ser que comenzó su carrera como científico en ese planeta. Sandra asintió mientras a su memoria venía la imagen de su enemigo: su ardor bajo aquella armadura de cortesía, su mirada, frecuentemente perdida, palabras que, de vez en cuando, había dejado escapar. ¿Y cuáles habrán podido ser los motivos de los Siete? preguntó, aunque ella y Falkayn habían hablado de eso durante horas y horas en el viaje hacia el Sol. Ya intenté hacer una lista con unas cuantas causas por las que los humanos se salen del buen camino le recordó él. Hay otra cosa además añadió Van Rijn . Las Compañías se hallan muy cerca de hacerse con el gobierno del Mercado Común. Por lo menos, el gobierno no hace nada que ellas no deseen y hace todo lo que ellas quieren. Yo, que soy un independiente, veo en ello una amenaza, pero no albergo deseos de poder. Sólo deseo que me dejen jugar y hacer mis pequeños trucos. Pero los amos de los Siete no piensan así, o no se habrían organizado como lo han hecho. Deben temer el día en que las Compañías se lancen activamente al espacio. ¿Qué cosa sería mejor, contra eso, que tener un gobierno propio, un gobierno fuerte? Pero como ese gobierno no existe aún, tienen que construir un imperio, y después hasta podrán darse el lujo de que se conozca todo el alcance de la conspiración. Aliados con Babur..., sí, en cierta forma tiene sentido dijo Eric . No es probable que las dos razas entren en colisión, no necesitan el mismo tipo de cosa, excepto por ejemplo algo como Mirkheim, y podrían llegar a un acuerdo para repartírselo. Mientras tanto, Hermes sería la base del poder humano en aquella zona, bajo un gobierno totalitario. Se interrumpió para dar un puñetazo a la mesa. ¡No! gritó. De acuerdo intervino Van Rijn . Estamos hoy aquí para ver qué es lo que mejor podemos hacer. ¿Todo el mundo tiene una idea más o menos clara de la situación? Muy bien, todos a subirse las mangas, y pensemos nuestras próximas acciones. Sandra sorbió su clarete, como si el gusto de la desaparecida luz solar pudiese darle fuerzas. Por supuesto, no quieres informar al Mercado Común adivinó. Claro que no replicó Van Rijn . Comprenden la debilidad del enemigo, atacan, ganan..., ¿y quién se queda con Mirkheim? Las compañías. Aplastarían a los Siete sin piedad añadió Falkayn . No creo que el imperio que consiguiesen formar en el espacio fuese menos vicioso..., ni más inclinado a la liberación de Hermes. Claro que harían que Babur se retirase; pero la tentación de imponer allí un gobierno títere que construyese un estado corporativo a imagen del Mercado Común y que fuese consecuentemente obediente en cuanto a sus relaciones internacionales... les resultaría difícil resistirse a eso. Van Rijn se volvió hacia Eric. Por eso fue por lo que yo hice lo posible para retrasar la integración de tu fuerza con la del Sol le explicó . Tenía el presentimiento de que era mejor conservar tu libertad de acción. Ahora sabemos que sí lo es. Aquello también había estado en la mente de Sandra durante muchos días, pero decirlo en voz alta le pareció como si penetrase en un puente que se rompería con su peso. Estás proponiendo que nos marchemos y hagamos la guerra por nuestra cuenta. Sí, pero no ataques directos contra Babur. Ataquemos propiedades de los Siete, las tienen poco defendidas. Después podemos dejarles escoger: o retiran su apoyo a sus aliados y de esa forma ambos tienen que hacer la paz con nosotros, o les arruinamos. No tenemos por qué precipitarnos apremió Falkayn . Por ejemplo, decírselo a otros miembros independientes de la Liga, cuantos más mejor, convencerles de que se unan a la lucha, valdría la plena y ahorraría bastantes vidas. Entonces querrá su parte, cuando se firme la paz objetó Eric. Sí dijo Falkayn . ¿Y no crees que será mejor que lo hagan? De esa forma podríamos salvar algo de estabilidad, algo de decencia. [ Pobierz caÅ‚ość w formacie PDF ] |
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